jueves, 27 de diciembre de 2012

CAJONES PERUANOS EN BARRIO YUNGAY DE SANTIAGO DE CHILE




Por Pedro Armendáriz

A contrapelo del juicio de La Haya, el 16 de diciembre pasado, día domingo de la semana en que terminaron los alegatos de los abogados en Holanda, en la Plaza Yungay se celebró una fiesta dedicada a la música afro-suramericana, con especial relevancia a la cultivada en Perú teniendo por centro de su expresión al cajón peruano.

Magistralmente, el presentador del espectáculo y los músicos que participaron no hicieron la menor mención al juicio entre los estados chileno y peruano, pero el acto en su conjunto fue una denuncia de la estupidez del mismo, y una manifestación elocuente y robusta de la confraternidad y compartimiento que existe del patrimonio y la creación cultural entre los países suramericanos, particularmente entre Chile y Perú.

Músicos de ambos países y de otros suramericanos pasaron por el escenario. El conjunto de Cajones peruanos de la Plaza Yungay, compuesto por más de treinta personas de diferentes países, es un ejemplo de ello. Cada domingo se juntan por la tarde en plena plaza a realizar sus ensayos.

En la fiesta afro-suramericana actuaron también José Seves junto a Elizabeth Morris, y Joe Vasconcellos acompañado por los cajones de los percusionistas de Plaza Yungay.

La plaza en sí tiene una connotación histórica relacionada con la fiesta musical de hermandad. Su nombre es el de la localidad donde fue una de las lamentables batallas de la guerra de 1879. Al centro de ella está un monumento al roto chileno, el pobre de uniforme partícipe de aquella guerra. Una placa adosada canta la alabanza a las “virtudes cívicas y guerreras” de los chilenos. Otra placa, en el costado opuesto del monumento, es un presente peruano que dice: “a los obreros chilenos de sus hermanos peruanos”.

Hoy en el barrio Yungay de Santiago vive un numeroso conjunto de inmigrantes peruanos que han llegado a Chile los últimos años. La agrupación En Defensa del Barrio Yungay ha tenido gestos y acciones integradoras hacia los inmigrantes peruanos y de otros países que están viviendo aquí. La convivencia barrial es tranquila, pero circula por carriles separados, hay muy poco contacto personal entre unos y otros, salvo momentáneo en algún almacén o centro de llamadas gestionado por inmigrantes.

La fiesta del 16 de diciembre pasado fue una magnífica instancia de encuentro. Entre nosotros el nacionalismo es un veneno, probablemente mortal.

lunes, 26 de noviembre de 2012

CHILE Y PERÚ ENFRENTADOS, UNA SOBERANA ESTUPIDEZ DONDE LA HAYA



Por Pedro Armendariz

En Chile, país pequeño y alejado del mundo, con vocación de convento y hegemonía feudal corrupta, opera una fuerza centrípeta absolutista y dictatorial, auténtica peste que nos ata a cadenas históricas que se presumen eternas.

En este marco, escasean las voces señalando el absurdo de las defensas patrióticas a propósito del juicio de La Haya.

Otro tanto ocurre en Perú, y en los demás países latinoamericanos, todos presos del mismo mal.

El mal de repúblicas hermanas, dependientes todas ellas del capital de los países dominantes, enfrentadas o ignorándose entre ellas, con los pueblos respectivos de cada una bebiendo de la tóxica hiel nacionalista que se viene batiendo desde el día que dejamos de ser parte del imperio español.

Los hechos hablan. El mar entregado a un puñado de depredadores a través de una ley de la república, y la discusión entre los países por un trozo de mar, al mismo tiempo.

Con el mar destruido por efectos de la explotación destructora.

Con diputados y senadores que votan a favor de la ley que prolonga y acentúa el mal, haciendo imposible no pensar que hay votos agradecidos que obedecen a los favores concedidos, evidenciando una vez más las relaciones corruptas entre el poder económico y la política.

Lo que se requiere con urgencia es integración entre nuestros países, no estar llevando litigios a cortes del norte del mundo, desde donde nos dominan y menosprecian.

En el norte de Chile, sur del Perú y oeste de Bolivia hay pendiente una gran zona de integración, a la cual deben abocarse en su construcción los tres países. Urge superar el principal, sino el último de los grandes problemas fronterizos en Suramérica.

Es el auténtico desafío, la apasionante tarea que tienen por delante las generaciones presentes y futuras.

martes, 30 de octubre de 2012

UN DOMINGO CON MENOS VOTANTES Y MÁS FUTURO




Por Pedro Armendariz

Debo partir por reconocer que no recuerdo una elección de la que esperara menos y me haya sorprendido y alegrado más. Varios son los motivos.

Uno. Por primera vez desde que se liquidó la democracia en 1973, ante una elección todos los habitantes del país mayores de 18 años enfrentamos en pie de igualdad el acontecimiento: todos inscritos, y todos con el derecho de decidir libremente si votar o no, sin la obligación de hacerlo coactivamente. Esto me parece muy positivo, al contrario, por ejemplo, de la opinión de Marta Lagos, invitada preferencial de esta noche en Televisión Nacional de Chile, quien llena de amargura no encuentra nada rescatable de la jornada durante horas en pantalla.

Dos. La abstención es una opción política, que contiene una advertencia a la institucionalidad política y sus actores, una advertencia de que se rechaza el juego establecido, con sus normas y usos. Más que nihilismo, en la abstención hay contenido, uno de ellos es la creencia en la inutilidad del voto, y la creencia de que la propia ausencia no va a incidir en lo más mínimo en el resultado, al contrario, la dejación puede ser un pequeño gesto y postura de no querer ser parte del engaño. Hoy, en la elección municipal, este presupuesto resultó en buena parte falso, porque quienes fueron a votar decidieron en muchos casos asuntos importantes, y muy significativos. Los abstencionistas oficiales, no consideraron las peculiaridades de la elección municipal, o se negaron a  considerarlas por un principio doctrinario de no acceder a las instituciones del estado. Es lo que piensa, creo, un porcentaje no menor de los nuevos inscritos jóvenes que no votaron. Plantean al debate el tema de la democracia participativa y la democracia representativa, y la relación entre ambas. De aquí se deriva la necesidad urgente de reformas políticas, sistema electoral y demás. Lo más cuerdo y sano, sería inventar un método inédito de proceso constituyente que desemboque en una asamblea constituyente elegida mediante el voto bajo reglas semejantes a una elección municipal, sin binominal, que sea una asamblea plural y no limitada a la representación partidaria, también con candidatos tipo Josefa Errázuriz.

Tres. La derrota del coronel Dina Cristian Labbé en la comuna de Providencia marca un antes y un después en la larguísima marcha de la transición a la democracia en Chile. El largo camino para llegar a ser un país digno. Es un buen paso. El odio que destiló al despedirse ese horrendo ex militar reconociendo su fin en la política, contrasta violentamente con la actitud de Josefa Errázuriz, la candidata triunfante. Su triunfo no es menos importante que la derrota de Labbé. En su calidad de mujer el infame la comparó con la serpiente del paraíso, que había tentado a los engañados votantes. Miserable el belicoso Labbé. La gesta de Josefa es inédita en la política chilena. Una dirigenta social de base, con talento, las cosas claras, principios democráticos, es candidata gracias a un proceso modesto de primarias que, por sus características y contenidos concretos, logra encender una opción nueva y novedosa, amplia en pluralidad y propuestas. Para seguir su ejemplo hay que superar egoísmos que no son fáciles de vencer.

Cuatro. Las Victorias de Carolina Tohá en Santiago, y Maya Fernández Allende, son significativas e importantes. Ambas son hijas de personas que murieron a raíz del golpe de estado. José Tohá asesinado por lo militares, y Beatriz Allende deprimida en el exilio se quitó la vida. Sus victorias son una reconciliación con la memoria maltratada de Chile, y un soplo nuevo en la accidentada y frustrante política de los partidos Socialista y Por la Democracia en la transición. En el caso de la comuna de Santiago, donde vivo, esperamos que la alcaldesa Tohá oriente su labor siguiendo el derrotero que le señalen los vecinos desde la base, cosa que no hizo su antecesor, caracterizado por imponer sus puntos de vista e intereses.

Cinco. El triunfo de Daniel Jadue en Recoleta, y el casi triunfo de Camilo Ballesteros en Estación Central, ambos candidatos del partido Comunista junto a la Concertación, son una gran noticia para la democracia en construcción.

Seis. La derrota de Joaquín Lavín León en Maipú, es también una buena nueva en cuanto a la sobrevivencia del buen criterio en Chile.  

Siete. La lección principal del día de hoy, es que hay que encaminarse a realizar reformas políticas de calado. De no ser así, el daño será grave para la sociedad en su conjunto, la grieta entre la sociedad y el mundo oficial y dominante no soportará seguir acrecentándose.

sábado, 13 de octubre de 2012

ALDO FRANCIA: EL PIONERO DE VIÑA



(Rescato entrevista con el maestro y doctor Aldo Francia, en su casa de Viña del Mar, noviembre de 1990).


Por Pedro Armendariz

Aldo Francia es un tipo radical, de raíces y principios, como los viejos caballeros de antes. Nacido en Valparaíso, hijo de emigrante italiano, médico pediatra, cinéfilo y cineasta, autor de dos películas memorables  (Valparaíso, mi amor y Ya no basra no basta con rezar), su liderazgo como organizador de los dos primeros festivales de cine de Viña del Mar, en 1967 y 1969, lo convirtieron en la figura-símbolo del reencuentro del cine chileno en 1990. Homenajeado en su condición de pionero (son innumerables las anécdotas que circulan sobre sus malabarismos para financiar malamente sus proyectos fílmicos entre consulta y consulta médica), el doctor Francia como cariñosamente lo llaman en el puerto, no quiso restarse al vendaval de estrenos que tuvieron lugar en el Tercer Festival Internacional de Viña del Mar. Sin embargo, su carta de presentación no fue esta vez una película sino un libro, “El nuevo cine latinoamericano en Viña del Mar”, escrito en 1987 y presentado como un aporte de primera línea para el conocimiento de la actividad cinematográfica en el país.

“Hoy reanudamos un diálogo que se interrumpió hace 21 años”, señaló Leonardo Kocking en la ceremonia inaugural del Tercer Festival Internacional de Cine, el 12 de octubre de 1990.  No fue casual que la ocasión se acompañara con la presentación del libro de Francia.

La conversación que sostuvo en esos días con nuestra revista, superando con la ayuda de su esposa Erica los obstáculos que pone a su voz el mal de Parkinson que lo afecta, es parte de ese reconocimiento al primer interlocutor de Viña del Mar.

-¿Qué consejos le daría usted a los cineastas jóvenes?

-Que sigan comprometidos con los problemas sociales, porque en Chile hay mucha injusticia.

-¿No piensa usted que les llegó la hora a las ideologías?

-Todo está vigente.

-¿El cristianismo marxista también?

-Sí, sí.

-¿Qué le parecen los recientes estrenos de películas chilenas?

-Está habiendo una explosión de cine. La gente está haciendo videos, está haciendo cine.

-¿Le gusta el video?

-Lo encuentro un medio válido. Se puede crear cine en forma fácil. Se filma y se ve en forma inmediata. Me gustaría hacer cortometrajes de 35 minutos, primero en video y en definitiva en 35 mm.

 -¿Cómo ve usted el Tercer Festival de Cine de Viña del Mar?

-Como una integración, una muestra de cine. Los anteriores fueron más combativos.

-El año 1969 se lo dedicaron al Che Guevara…

-Sí, el Che Guevara fue elegido como símbolo del Festival, como santo patrono… ahora estaría fuera de foco (risas). Había una corriente justicialista, encabezada por Fernando Solanas, y una guevarista, encabezada por los cubanos. Peleábamos todos por un solo cine latinoamericano. Queríamos unir al Continente a través del cine. El 71 se iba a hacer otro festival, pero el gobierno, al considerar que era muy mirista, decidió pararlo.

-¿Lo era?

-Yo creo que sí, pero tendría que haberse hecho igual. Después íbamos a hacer un festival en diciembre de 1973 y vino el golpe.

-¿Fue difícil organizar los festivales que realizaron entonces?

-Había poca ayuda, sin embargo, en 1969 llegaron cincuenta invitados extranjeros. No había donde alojarlos, así que se los albergó en el local de la Escuela de Cine, con sacos de dormir y literas conseguidas en el Regimiento Coraceros, que contribuyó también con grandes ollas para cocinar. Ahí, en la escuela, los mismos asistentes se preparaban las comidas con alimentos donados por personas e instituciones. Llegaron estudiantes argentinos, uruguayos, brasileños, cubanos, venezolanos, pero sobre todo argentinos de la Escuela de Cine de Santa Fe. Los cubanos salían invitados por primera vez a mostrar su cine. Fue lo mejor que vino, aparte de los brasileños que también eran muy buenos.

-Hoy la discusión se centra en cuestiones como la censura y no en el tipo de cine que habría que realizar. ¿Cree que hay ocasiones en que ésta se justifica?

-Por ningún motivo. Se pone censura a las películas y los niños las ven en video. Los padres deben ejercerla. Tendría que haber una orientación para que los padres decidan, junto a la posibilidad de que ellos acompañen a sus hijos a ver cualquier película.

¿Y en cuanto al Consejo de Calificación Cinematográfica?

-Debiera existir para recomendar a los padres, compuesto por maestros y sicólogos, pero en ningún caso por militares.

-Hoy se están renovando las posibilidades de apoyo estatal al cine; ¿está de acuerdo con esta tendencia?

-Tiene que haber ayuda. Nosotros conseguimos una ley por la que se pagaba un impuesto en el valor de la entrada, dinero que era a favor del productor. Este sistema fue suprimido por la dictadura. Con esa ley, del año 1967, podíamos también traer película virgen sin pagar impuestos. Creo que hay que recuperar cada una de esas conquistas.

-Vamos al cine: usted siempre ha dicho que lo más importante de una película son el guión y el montaje. ¿Dónde deja a los actores?

-Yo no sé dirigir actores. Lo importante es elegir a la persona adecuada para hacer el papel. Muchos de los actores de mis películas representan lo que son en la vida real. Los carabineros son carabineros, las prostitutas son prostitutas de verdad, y así.

-¿No hay escenas filmadas en estudio?

-Tanto Valparaíso mi amor como Ya no basta con rezar son películas hechas sin nada de estudio. Filmábamos en un bar, por ejemplo, e instalábamos la cámara en un lugar durante horas simulando filmar hasta que la gente se acostumbraba a su presencia. Entonces filmábamos de verdad. Hay una influencia del neorrealismo italiano y de la nueva ola del cine francés, con la cámara en mano, el plano secuencia, el claroscuro.

-¿Volvería hoy día a ponerle el mismo fin a Ya no basta con rezar, con el cura lanzando la piedra?

-(Prolongando silencio) Difícil de responder la pregunta, porque ha cambiado mucho la situación. Valparaíso mi amor la dejaría igual, pero en Ya no basta con rezar haría algunos cambios.

-¿Cuáles por ejemplo?

-Al final, en vez del cura tirando la piedra, los que están en huelga deberían avanzar caminando juntos, todos unidos.

-¿Cómo era la película que usted estaba haciendo cuando vino el golpe de Estado?

-Se perdió en Chile Films. Su nombre era La guerra de los viejos pascuales, y la idea era en torno al consumismo. Ocurría en una juguetería, que era el símbolo del consumismo. Los viejos pascuales que contrataba la juguetería pasaban hambre en sus casas, con sus mujeres y sus hijos. Ellos ofrecían a los otros niños todo lo que había en la juguetería, pero bastaba que uno sólo perdiera los estribos, regalando una muñeca a una niña pobre, para que empezaran a regalar todos los juguetes a los niños que entraban viendo esto. Ahí se desataba la guerra de los viejos pascuales contra los dueños de la juguetería. Los viejos pascuales formaban un sindicato con los vendedores ambulantes, los chapulines y los payasos que hacían propaganda en las tiendas. Ya estaba decidido quiénes iban a hacer a estos personajes. En el guión habían participado Lucas y José Román.

-¿Cómo seguía la rebelión?

-Los dueños de la juguetería enviaban tropas, las que eran derrotadas. También estaban los chicos malos y los quéletros, que emergían del mar para luchar contra los niños y los viejos pascuales. Eran, los quéletros, unas figuras imaginarias que salían a la superficie acompañados con la música de los infantes de marina. El combate se desarrollaba entre medio de los cerros, sin armas; se perseguían, se ocultaban, se tendían trampas. Al final, los quéletros eran rechazados y arrancaban espantados a naranjazos, convertidos en fuegos artificiales. La película ya estaba vendida en Europa. Alcanzamos a filmarla en parte, haciendo la cámara con Silvio Caiozzi, que también trabajó conmigo en Ya no basta con rezar. Después pensaba hacer una película sobre la matanza de Santa María de Iquique. En los tres meses anteriores al golpe, Patricio Manns estuvo investigando para escribir el guión.

-¿Encontraron algo nuevo?

-Sí, la película comenzaba con el Rucio, quien luego de pronunciar su arenga revolucionaria, corre y le dispara al general dejándolo malherido.

-No me diga.

-Es histórico, como lo es también que después de la matanza algunos sobrevivientes formaron guerrillas.


jueves, 27 de septiembre de 2012

¡CARABINEROS, DEJEN DE VENDER LA POMADA!



Por Pedro Armendariz

La semana pasada el director de Carabineros, general Gustavo González,  hizo unas afirmaciones en televisión que en un país democrático le habrían costado el cargo.

Las declaraciones las hizo González en el canal Chilevisión, que se prestó, al igual que todos los canales de televisión abierta de Chile, a ser funcional a la campaña comunicacional emprendida por Carabineros a raíz de la trágica y lamentable muerte por asesinato de un joven carabinero de 27 años, Cristián Martínez,  la noche del once de septiembre, aniversario del golpe de estado.

(La campaña de prensa es parte de una tarea constante de Carabineros por mantener una presencia de carácter positivo en los medios de manipulación social dominantes en Chile, tarea en la cual también se empeña con esmero la policía civil de Investigaciones. La reciente carta de Carabineros al New York Times se encuadra en este marco).

El general Gustavo González dijo en Chilevisión que ya estaba bueno de críticas a Carabineros desde la “clase política”. Los carabineros se sienten incomprendidos y doloridos. El general resaltó que en la última encuesta surgida del seno de un centro de pensamiento político de la clase dominante, Carabineros ocupe el primer lugar de la confianza de los chilenos en una lista de instituciones del país. En su monólogo, el general no tuvo ningún problema en meter en un mismo saco a estudiantes rebeldes y delincuentes comunes.

A la mañana siguiente a la muerte del carabinero asesinado, en medio del dolor del país, el general Luis Valdés, jefe de zona metropolitana de Carabineros, afirmó que la institución a la cual pertenece es la reserva moral de la nación. Tal cual, y lo dijo en el aniversario del golpe de estado.

Si las declaraciones de estos dos uniformados no son graves en Chile, (ya que pasan coladas, al parecer los políticos profesionales las encuentran normales o se hacen los sordos), la evidencia es que la democracia en Chile goza de muy mala salud.

(Al menos hoy, martes 25 de septiembre, la Contraloría de la República dictaminó que los observadores de la defensa de los derechos humanos, pueden subir a los buses de Carabineros a inspeccionar el trato que están dando a los detenidos en manifestaciones públicas de protesta social).

Mala salud democrática, porque los cargos policiales deben limitarse al cumplimiento de la ley en sus funciones. No se trata de mala voluntad de la “clase política”, que por lo demás no existe como tal. Lo que necesitamos los ciudadanos es que Carabineros no venda la pomada y respete la ley. Empezando por el respeto a las personas, en la calles, los campos, los buses y las comisarías. Tarea que cuando las papas queman deja con frecuencia de cumplir.

En un mismo día, el doce de septiembre, el general Luis Valdés declara a la prensa que el arma que mató al carabinero Cristián Martínez la noche del once, es parte de una infinidad de armas clandestinas que están en manos de delincuentes abocados principalmente al narcotráfico. A la misma hora el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, justificaba, con el asesinato del carabinero Martínez, la presentación al Congreso Nacional de un proyecto de ley que lleva su nombre, destinado a controlar y reprimir, dado el caso, a las manifestaciones sociales, particularmente de estudiantes.

En otras palabras, Hinzpeter miente, o no sabe lo que dice, cuando afirma que su preocupación es el orden público y el control de delincuentes. Ahí tiene a los delincuentes señor ministro, se los indica el general Valdés, deje que los movimientos sociales hagan su camino y ocupen legítima y democráticamente las calles.





martes, 7 de agosto de 2012

LO QUE SE CALLA DEL TRIUNFO DEL NO



Por Pedro Armendariz


A propósito del próximo estreno de la película NO, es importante resaltar que la franja televisiva a favor de esta opción fue un factor en la campaña, pero no el único ni el decisivo.

 El No, creo que hubiera ganado con o sin franja en la televisión. Quizás por uno o dos puntos menos, pero ganado igual. La razón es muy simple: la gran dimensión social que tenía el movimiento político orientado a poner fin a la dictadura.

 Había entonces en Chile, y en el extranjero, todo tipo de organizaciones funcionando, de alguna u otra manera no violenta, en los más diversos ámbitos, aspectos y sectores de la sociedad chilena, cuyo fin compartido era terminar con la dictadura y crear un orden político, económico, ecológico, social y en definitiva cultural distinto en el país.

 Era una ola imparable que venía de muy atrás en el tiempo, y que encontró en el plebiscito la oportunidad de hacer reventar contra la roca de la dictadura toda su envergadura y contenido.

 Nunca ha habido en la historia de Chile una campaña política de alcance popular, expresión de una causa mayor común, tan noble, hermosa, desinteresada, y con más largo y profundo alcance, cual era construir la libertad, la democracia, la justicia, la confianza, en un país destrozado y mutilado.

Luego del plebiscito del 5 de octubre de 1988, el poder, aquel poder de las alturas, los eternos dominadores de turno, se pusieron a la tarea de desactivar, desarmar y mandar para la casa a personas y organizaciones de una amplísima gama, contando entre ellas a los medios de comunicación, que venían todas ellas desde años atrás en una lucha sin cuartel contra la maldita tiranía.

Por esto la conciencia y la imaginación de las personas, en el marco de una comunidad viva, es lo que realmente activa y produce los cambios. La franja del No vino a ser la guinda de la torta, suculenta, nutritiva y muy digestiva, pero la llama, y la antorcha, ahora que estamos de olimpiadas, la llevaron, sin duda, miles y miles de hombres, mujeres y jóvenes que querían y creyeron que podían derrotar a Pinochet y su sistema dictatorial, haciendo democracia, votando en aquel plebiscito, pero no solo eso.

Están las imágenes de la franja del No en televisión. Es más difícil transmitir hoy la idea, a quienes no vivieron esos días, del estado de ánimo, la disposición sicológica colectiva de aquellos que estaban en acción durante la campaña del No en la base social, en las comunas, los barrios, las poblaciones. Había una mística social capaz, con una potencialidad para construir, en buena parte de la sociedad chilena, relaciones distintas a la pauta del capitalismo totalitario que venimos soportando desde hace casi cuarenta años.

El daño fundamental de la Concertación de Partidos por la Democracia a Chile ha sido parar, paralizar, desarmar todo aquel torrente social y sus miles de cauces diversos.

martes, 26 de junio de 2012

IQUIQUE INMÓVIL ENTRE LA CORBETA Y EL SANTUARIO


Por Pedro Armendariz

 Iquique se resiste a labrar caminos de futuro. Encandilada con una riqueza económica relativa desconocida por las generaciones actuales en el curso de sus vidas, su voluntad, a veces sin darse cuenta, tiende a replegarse en una defensa de lo logrado, sin reparar en la fragilidad de lo existente.

Esta fragilidad se manifiesta en dos aspectos fundamentales y básicos. Uno de ellos es la presencia de actividades mineras que constituyen una amenaza y producen daño al medio ambiente de gran alcance y envergadura. Esta realidad es ocultada por las empresas, y por quienes debieran fiscalizarlas desde el Estado. Las mineras están abusando y poniendo en riesgo las reservas de agua de la región. Además contaminan la tierra y el mar. Una nueva evidencia de su actitud devastadora es la intención de instalar dos plantas a carbón para producir electricidad en las afueras de Iquique junto a la costa.

El otro aspecto en el cual se observa una debilidad, no solo de la comunidad de Iquique, tiene que ver con nuestras valoraciones del pasado. Somos presa de una determinada manera de ver ese pasado. Algo tan necesario al pensamiento como entender que la guerra de 1879 no puede hoy ser recordada, rememorada, con los mismos sentimientos y puntos de vista de hace 134 años atrás, es algo que de buenas a primeras no se plantea. Hay una ideología de función constante, elaborando una valoración de los hechos que acusa un retardo mental infantil y odioso.

La construcción reciente en Iquique, a un costo de millones de dólares, de una réplica de la corbeta Esmeralda en la costa norte de la ciudad, y de un nuevo santuario a la Virgen María a un costado de la salida costera hacia el sur, denotan conservadurismo y un miedo a las transformaciones que el presente y el futuro exigen.

En materia de religión, y particularmente cristiana, creo que los cristianos con la Virgen de la Tirana de la Pampa, tenemos bastante, no necesitamos más. Lo que requiere la ciudad es más cristianismo en los hechos de la vida diaria, no en esculturas y santuarios.

A cambio de la réplica de la Esmeralda, echamos de menos un monumento a la necesidad de la unión entre países hermanos que quieren superar, en la mejor forma posible, los dolores de las guerras. La integración, la paz, el desarme militar, el desarme de las ideas nacionalistas cargadas de ignorancia hacia lo que hay más allá de las actuales fronteras sembradas de desconfianza y minas antipersonales. Esto es parte del futuro, del que creemos mejor y necesario.

También es parte de ese futuro cambiar de disposición frente al mar. Hacernos protectores del mar, al igual que del agua, pueden llegar a ser anhelos y demandas de muchos más, partiendo por los jóvenes. El mar no puede ser valorado como lo hicieron lamentablemente quienes dispusieron, permitieron y montaron el actual sistema de explotación de sus especies.

viernes, 23 de marzo de 2012

LA CRUZADA Y LOS SILENCIOS DEL SENADOR FULVIO ROSSI


Por Pedro Armendariz

Fulvio Rossi, senador socialista en representación de las provincias de Arica e Iquique, se ha embarcado en una cruzada contra el fumar tabaco, o sea, también, contra los fumadores.

Propone cosas razonables, como eliminar todo tipo de publicidad a las empresas tabacaleras. Otras no tanto, como subir el precio de las cajetillas. Se ve que el senador no fuma, y si conoce los precios en cuestión será el monto de su cartera el que no le ayuda a percibir que están por las nubes. No hay, que yo sepa, país suramericano donde sea tan caro fumar.

Soy fumador, y he soportado estoicamente el asedio y represión que viene sufriendo este hábito social desde ya al menos dos décadas. Resulta sorprendente el alcance que ha logrado este ataque.

Siempre me ha parecido falsa esta lucha en manos de los políticos profesionales, que son en definitiva los que ponen la firma a los cercos en que nos limitan nuestras acciones.

Falsa porque pone énfasis en reprimir y regimentar el accionar de un colectivo, los fumadores, cual si se tratara de delincuentes, de tipos que le hacen mal a la comunidad. Este afán purista apesta a fascismo hipócrita. Lo vemos en propuestas nacidas en los Estados Unidos que siguen las autoridades de los países que le siguen la cuerda, obviando el hecho de que aquel país da muestras evidentes de clara decadencia y ruina cultural y moral en todos los órdenes de la vida.

El fumar tiene que ver con la soledad del individuo, o con la relación con los demás, tiene que ver con los nervios, el ritmo sicológico, el pensar reflexivo, el apreciar el gusto y el aroma del tabaco, con la reunión, el encuentro y el rito social. Esto no lo puede entender, o aceptar todo no fumador, con el respeto que se merecen. El tema es convivir.

Durante siglos el tabaco ha acompañado la soledad y la reunión. Este ataque despiadado tiene rasgos patológicos, más allá de los números de la seguridad social y el ministerio de salud.

En el caso de Rossi, le agradezco el empeño, parece estar pensando en los niños que, claro está, mejor es que no fumen.

Sin embargo le reclamo semejante celo frente a las grandes empresas pesqueras que tienen liquidado el mar en el norte del cual es representante parlamentario. El mismo celo ante las empresas mineras, verdaderos poderes fácticos en la realidad política particularmente en Iquique, debido a su descomunal poder económico, además de contaminantes y depredadoras del agua, todo prácticamente gratis.

También sería interesante y positivo que el senador Fulvio Rossi abordara e hiciera avanzar las relaciones con nuestros vecinos peruanos y bolivianos, tema que, al igual que los anteriores, para él parece no existir.

viernes, 16 de marzo de 2012

LA CAMINATA POR EL AGUA Y LA VIDA EN ECUADOR



Por Pedro Armendariz

“En defensa del agua, la vida y la dignidad del pueblo”, es el lema que encabeza la larga caminata que diversas organizaciones y colectivos indígenas, ecologistas, vecinales, sociales y políticos iniciaron el pasado 8 de marzo en la selva al sur-oriente del país, para finalizar en Quito el próximo día 22.

En la localidad selvática de Zamora Chinchipe partió la caminata. Es el mismo sector en el cual se plantea explotar la primera mina a cielo abierto en la historia del Ecuador. La explotación, de acuerdo a un contrato firmado el pasado 5 de marzo en Quito por el gobierno, favorece a una empresa minera china de nombre ecuatoriano: “Ecuacorriente”, que piensa invertir mil 500 millones de dólares para implementar y poner a punto las labores de extracción de oro y cobre.

A la hora de firmar el contrato con los chinos, el presidente Rafael Correa lo defendió de las críticas de los opositores, afirmando que “no se puede vivir mendigando sentado en un pozo de oro”. En este caso son los supuestos mendigos los que rechazan el oro. Uno de sus gritos de batalla no violenta es que prefieren, sin dudarlo, el agua al oro.

Ecuador ya tiene la experiencia en el norte de su Amazonía de incontables atropellos a las comunidades indígenas y colonos por parte de las empresas petroleras. Las acciones de Texaco terminaron por completo con dos pueblos indígenas, los tetetes y los sansahuaris, un hecho gravísimo que ha pasado prácticamente desapercibido.

Además, la destrucción del medio ambiente en el norte selvático ha sido muy grave, empezando por la propia Texaco, que ha perdido un juicio millonario condenada por la contaminación que produjo, sentencia que se niega a reconocer y pagar.

El gobierno de Correa se ha propuesto un amplio plan de explotación de minas y pozos petroleros. En estos afanes no se diferencia de lo que está sucediendo en Argentina, Perú, Brasil, Chile y países suramericanos en general, destinados en el concierto internacional a interpretar el papel de suministradores de materias primas, minerales, petróleo, peces, maderas.

Los costos no los paga sólo la naturaleza y los directamente afectados por cada uno de los emprendimientos empresariales de esta categoría meramente extractiva. Es la sociedad en su conjunto la afectada, por las características de los modelos de desarrollo de acceso a la modernidad que suponen. Alberto Acosta, profesor, político y ecologista ecuatoriano, tiene un libro titulado “La maldición de la abundancia”, donde analiza las consecuencias sociales, políticas, económicas y culturales que provoca la dependencia de estos bienes cuando es hegemónica y dominante sin contrapeso en sectores productivos industriales, agrícolas y agropecuarios.

Aquí aparentemente se cumple lo que afirma el poeta Nicanor Parra, aquello de la derecha y la izquierda unidas nunca serán vencidas. (Codelco de Chile está asesorando y haciendo negocios mineros con el gobierno de Ecuador.)

La pregunta que llama a la puerta de las izquierdas del continente es qué posición tomar ante semejantes políticas económicas que llevan a los gobiernos a impulsar estas faenas de explotación. Sin descuidar el hecho de que tales prioridades conllevan el no respeto a los derechos y opciones de las comunidades directamente afectadas y sectores sociales significativos. Y por supuesto, advirtiendo los tremendos costos ambientales que hemos pagado, estamos sufriendo y seguirán aumentando en nuestros países.

martes, 31 de enero de 2012

¿POR QUÉ CHILE CALLA ANTE LA PERSECUCIÓN A GARZÓN?


Por Pedro Armendariz

¿Por qué este silencio ante la suerte del juez andaluz, quien fue fundamental para que el dictador y genocida Augusto Pinochet fuera procesado y detenido en Inglaterra durante casi dos años?

El silencio viene de los dos lados. De la derecha es esperable. Se ha limitado a publicar en sus medios, que son los medios del país -el resto no pasa de comparsa que hace algo de ruido-, la noticia de los procesos abiertos por el Tribunal Supremo español contra el juez. Sin columnas de opinión, sin comentarios, sin discusión. Todo ello para los medios dominantes sobra a la hora de tratar el tema. Bastan los titulares dando cuenta de los procesos judiciales, sin reparar mientes en sus contenidos y prolegómenos. Con esta estrategia periodística de manipulación, de paso y sin quererlo, están dejando constancia de que no hay sustento ético ni jurídico en los casos abiertos a Garzón, pues de lo contrario los esgrimirían sin freno.

En el resto de medios, en la comparsa de contrapunto a los dominantes, el silencio es el mismo pero no es igual. Aquí es incluso mayor, y esto es lo que no acabo de entender.

Hay dos motivos que avalan la espera de pronunciamientos, declaraciones y planteamientos de organizaciones defensoras de derechos humanos, de abogados, políticos, religiosos, militares en retiro, periodistas, académicos chilenos en torno al asunto de la persecución al juez Baltasar Garzón.

Un motivo tiene que ver con el papel que el juez jugó para llevar al tirano chileno al banquillo de los acusados en la Corte de Londres.

Otro lo es el tema de la justicia penal universal, que con el ataque al juez Garzón se ve profundamente cuestionada.

La historia, en este caso de Chile, y la suerte de una legislación e institucionalidad penal internacional en defensa de los derechos humanos en el mundo, al menos occidental, debieran motivar a expresarse a más de uno.

Por mi parte soy un agradecido del papel que el juez Baltazar Garzón ha jugado en ambos campos de acción. Particularmente en el proceso y detención del indigno y criminal Pinochet en Londres.

Ahora bien, el por qué callan en Chile los que uno esperaría que hablaran, es algo que sigo sin aclarar.

Un amigo dice que es resultado del ninguneo propio de la idiosincrasia chilena.

Puede ser también expresión de que vivimos en el fin del mundo, y Chile sigue siendo además una isla.

O que en el ámbito de la política, el periodismo y la academia la memoria histórica más que una necesidad y razón de justicia es una molestia, un tema siempre inoportuno.

Y seguramente no falta el hecho de que cada día somos más individualistas, más indiferentes, más superficiales e irresponsables.

lunes, 23 de enero de 2012

ATAQUES A BALTASAR GARZÓN DESNUDAN DEMOCRACIA ESPAÑOLA


Por Pedro Armendariz

Los tres procesos impulsados por el Tribunal Supremo español contra el juez Baltasar Garzón, son expresión de que no sólo la economía está enferma en España.

Es la llamada transición a la democracia la que muestra carencias, puestas sobre la palestra en los juicios a Garzón.

En España sigue pendiente lo que en Chile llamamos un proceso de verdad, justicia y reconciliación, ante los crímenes cometidos por agentes del estado, crímenes contra los derechos humanos que no prescriben, y sobre los cuales la legislación internacional prima sobre la nacional.

Los españoles no tienen ni reconocen la figura jurídica del secuestro permanente, que a pesar de la ley de amnistía, como en el caso de Chile, la Justicia abre procesos de investigación de la desaparición de personas, y los mantiene abiertos sin prescripción, en su calidad además de delitos contra la humanidad.

Más de ciento cincuenta mil personas opositoras al franquismo están enterradas en fosas comunes a la vera de caminos de España, después de haber sido asesinadas, muchas de ellas con posterioridad al fin de la guerra fraticida y ya toda España bajo el poder de la dictadura fascista.

Baltasar Garzón ha sido el único juez español que ha dado pasos procesales para investigar qué pasó con estas personas, y quiénes son los responsables de sus muertes y desapariciones.

El máximo tribunal de España ha abierto, sin consentimiento ni apoyo de las Fiscalías, y con graves atropellos a principios procesales básicos, un proceso a Garzón por impulsar el rescate de los desaparecidos y sentar justicia sobre su destino.

Ciento cincuenta mil personas abandonas en fosas comunes, no es sólo una barbaridad y una vergüenza enorme para todos los españoles, es también algo imposible de sostener en el tiempo. No hay sociedad que lo aguante desde un punto de vista moral.

Esperamos que muchos españoles acompañen esta semana en las calles a Garzón, quien enfrentará la ceguera y prepotencia del Tribunal Superior. Hasta ahora hemos visto en Madrid a personas y grupos pequeños, en gran parte mayores, y a los dirigentes de Izquierda Unida, comunistas. Se echa de menos a los indignados, que hasta hace poco llenaban la Plaza del Sol.

El primer proceso contra el juez andaluz, que, en palabras de un titular del diario Público de Madrid, quedó la semana pasada visto para condena, en el que acusan a Garzón de ordenar escuchas ilegales a imputados de delitos de corrupción en el marco del caso Gürtell, trata en el fondo sobre el financiamiento ilegal del Partido Popular, como lo señala el abogado y ex diputado del Partido Popular entre 1996 y el 2000, Jorge Trías Sagnier, en una columna en el diario El País de Madrid del pasado 18 de enero.

Al igual que en Chile, el financiamiento de los partidos y de la política en España tiene largas sombras y profunda oscuridad. Como dice Jorge Trías, que Garzón haya puesto la proa, en el marco de su investigación de la corrupta Trama Gürtell, hacia las fianzas del Partido Popular, ha encendido todas las alarmas en aquel partido. Lo mismo ha sucedido con los viejos franquistas ante la iniciativa de enfrentar el problema de los asesinados desaparecidos.

Se ha armado una confabulación entre políticos y jueces –aliados corporativamente contra el juez de la Audiencia Nacional-, para efectuar contra Garzón lo que Trías llama, una cacería judicial, título de su columna.

A la larga el intento por silenciar la memoria de lo acontecido con los muertos de las fosas comunes, resultará estéril, y las fosas serán abiertas para rescatar, identificar y enterrar humana y dignamente a sus moradores. Y para que se sepa qué pasó y quienes son los responsables de su suerte, haciendo la justicia necesaria a cada una de las víctimas.

Asistiremos también, luego de las más que probables condenas en España, a la prolongación de los juicios a Garzón en el ámbito judicial y académico internacional, donde se verán apelaciones que la Justicia española niega, y condenas a aspectos de los juicios que la ceguera odiosa de sus impulsores oculta o pretende ignorar.

sábado, 21 de enero de 2012

MOUNIER Y ALFONSO COMÍN



Por J. A. González Casanova. Profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Barcelona.

Diario El País - 20-07-2005

Cuando una tarde del invierno de 1956, a mis 20 años, vi en el escaparate de la librería Ancora y Delfín de Barcelona el libro ¿Qué es el personalismo?, de un tal Emmanuel Mounier, y, tras leerlo, telefoneé a mi amigo del alma, Alfonso Carlos Comín, para anunciarle entusiasmado que un pensador francés, fallecido a los 45 años en1950, pensaba lo mismo que nosotros, no podía prever la influencia que éste
llegaría a tener en nuestra izquierda antifranquista ni el decisivo papel que en tal influjo desempeñaría mi compañero de ideales revolucionarios. Hijos de
vencedores en la guerra incivil, educados por el nacionalcatolicismo más reaccionario y aún casi adolescentes, habíamos desenmascarado la sacrílega mentira del régimen dictatorial, inducido y apoyado por un capitalismo inhumano con la bendición cómplice de la Iglesia. Demasiado para nuestra sensibilidad juvenil y buena fe religiosa. La lectura de Mounier nos confirmó el escándalo moral sufrido -de ahí nuestro alivio y la firme convicción futura- y sobre todo nos pertrechó de argumentos éticos y cristianos; nos indicó vías y formas pacíficas para un cambio social revolucionario, y nos incitó al coraje de una acción intelectual y política arriesgada, que si acaso podía llevarnos a errores, seguro que en España también nos conduciría a la cárcel. Todo ello, no por gusto a la aventura subversiva, por ambición de poder o fanatismo
ideológico, sino por un deber de servicio a toda persona humana, considerada un ser sagrado y fraterno.
Mounier nos legó para siempre cuatro conceptos clave: el compromiso ético del intelectual, provocado por ese maestro interior que debe ser el acontecimiento histórico como signo de los tiempos; el capitalismo o el moderno "desorden establecido"; la política como la más alta forma de amor a la humanidad, y la acción colectiva que ha de conducir a una revolución tanto material como
espiritual -que ha de ser, por personalista, comunitaria, pues no hay personas verdaderas y dignas si no se dan entre ellas comunicación humana y comunidad de bienes-. Aunque el pensamiento del joven Mounier pudo coincidir en parte, a principios de los años treinta, con la democracia cristiana inspirada en su maestro Maritain o con el anarquismo humanista y no violento, la guerra de España y la resistencia antinazi francesa llevaron al Mounier maduro a
propugnar la colaboración con los comunistas frente al fascismo y a su causa última, el capitalismo explotador. Tras condenar el sistema totalitario de Stalin, Mounier afirmaba: "es mejor arriesgarse a ser confundido con el marxismo que ser ajenos a los explotados", y "hay en la realidad concreta del comunismo elementos esenciales de liberación que no tenemos derecho a ignorar o a desestimar".
Mounier tuvo una influencia decisiva, entre 1957 y 1975, en el pensamiento y la acción del catolicismo progresista español, impulsado desde Cataluña por la revista El Ciervo y el grupo que, movilizado por Alfonso Comín y sus amigos, creó el Frente de Liberación Popular, organización socialista revolucionaria, democrática y no violenta de militantes marxistas, cristianos y cristianos
marxistas. Su influjo se hizo notar en el movimiento obrero católico, en la concienciación política del clero raso y en teólogos tan reconocidos como Díez
Alegría, González Ruiz y Rovira Belloso. Su paradigma fue el propio Comín. A él se debió no sólo la encarnación más arquetípica del intelectual cristiano comprometido, sino la progresiva difusión de la obra de Mounier en nuestro país. Aquel librito que yo le pasé un día de nuestros años mozos le sirvió para extender su mensaje y el de otros libros por doquier y en cualquier ocasión, con una milagrosa velocidad de lectura y asimilación eficaz por parte de tantos y tantos protagonistas del combate antifranquista en pro de la democracia y el
socialismo. Fue como una consigna viva del ¡pásalo!. A diferencia de Mounier, Comín sí militó en un partido político, el PCE-PSUC (Partido Comunista catalán). Fiel a su fe religiosa y a su
ideal revolucionario, llegó a ser cristiano en el partido y comunista en la Iglesia.
Con el lógico y benéfico escándalo de los bienpensantes, desconfesionalizó a un
partido teóricamente ateo y rompió el monopolio que la derecha, atea práctica por lo general, mantenía sobre el catolicismo español, confundida arteramente con él siglos ha.
En aparente paradoja, la influencia de Mounier y de Comín tras 25 años de democracia española parece desaparecida. Pero sólo lo parece, ya que habita en
la conducta de muchos militantes de la izquierda y de cristianos de base cuando apoyan toda política opuesta al sistema económico imperante, al "pensamiento único", a la globalización imperialista y a una Iglesia jerárquica reaccionaria y tan poco cristiana en sus actitudes. En el mundo de hoy, Mounier y Comín están presentes en la teología de la liberación europea y latinoamericana e inspiran
movimientos anticapitalistas como el surgido en Porto Alegre (Brasil). Lo que empezó siendo influjo eclesial de Mounier (las encíclicas sociales de Juan XXIII y la constitución Gaudium et Spes del Concilio Vaticano II) se ha convertido en el substrato básico de una insólita y futura revolución personalista y comunitaria mundial.
El testimonio que dio Comín padeciendo, al igual que Mounier, persecución y cárcel antes de morir casi tan joven como él, y sus valerosas y lúcidas respuestas a nuestros más graves problemas sociales y religiosos, sigue siendo un ejemplo para todo intelectual, cristiano o no, que pretenda ser digno del privilegio que representa la inteligencia y el don de la palabra. En el primer centenario de Mounier y a los 25 años de la muerte de Alfonso Comín, que se cumplirán justamente este 23 de julio, la presencia de ambos movilizadores de conciencias, unidos como están en actitudes e ideales, no es por discreta menos influyente y fecunda.

viernes, 6 de enero de 2012

CHILE PADECIÓ UNA FEROZ DICTADURA CÍVICO MILITAR



Por Pedro Armendariz

Desde su gestación y nacimiento, la dictadura instaurada a partir del 11 de septiembre de 1973, fue una dictadura cívico militar, y lo siguió siendo hasta su último día.

Para quienes la vivimos, sin necesidad de análisis político o académico, sino simple constatación de la realidad, la dictadura siempre fue un régimen criminal con dos motores: uno civil y el otro militar.

Juntos, civiles y militares, construyeron y pusieron a navegar el sistema de tiranía política y explotación económica que aún no logramos superar socialmente en Chile.

Hoy la derecha en el gobierno, la misma derecha que participó activamente en el régimen dictatorial, cambia en los libros de educación oficiales la palabra dictadura por la expresión régimen militar.

El detalle no es menor, pues junto con retirar la palabra dictadura de los textos, al hablar de régimen militar, ellos, los civiles que gobernaron y se beneficiaron de la dictadura, no aparecen en el nombre del producto.

Pero ahí estaban los civiles, desde el origen de la bestia fascista que asoló al país y lo sigue maltratando con su nefasta herencia.