sábado, 18 de marzo de 2023

CODELCO DEBE RETIRARSE DEL PROYECTO MINERO EN EL VALLE DEL INTAG EN EL ECUADOR

Por Pedro Armendariz El Valle de Intag, en la provincia ecuatoriana de Imbabura, es una zona que destaca a escala mundial por su diversidad biológica e impresionante belleza. Hoy se encuentra amenazado por un proyecto minero de envergadura que tiene como protagonista a Codelco Chile. El año 2008 la empresa minera estatal chilena Codelco, emprendió su primera incursión productiva en el extranjero. Se asoció con su par ecuatoriana Enami para explotar un yacimiento de cobre y molibdeno en el Valle del río Intag, en la sierra occidental andina a dos mil 500 metros sobre el nivel del mar. A la vista de los hechos históricos se trató de una muy mala decisión de Codelco el desembarcar de esta forma en Ecuador. Hasta el día de hoy el proyecto de explotación, que lleva el nombre de uno de los abundantes ríos de la zona, Llorimagua, no ha podido realizarse más allá de tomar el control de las cinco mil hectáreas de concesión, que la empresa conjunta administra como un fundo privado, con personal que luce uniforme mezcla de obrero y guardabosque. En la actualidad las empresas señaladas siguen empecinadas en impulsar el proyecto de explotación, pese a la oposición de la mayoría de los habitantes locales que se ven afectados por él, y que nunca han sido consultados sobre el tema, como establece la constitución del Ecuador. Codelco, el 2008, se empantanó en esta insensatez que ya arrastraba veinte años de fuertes conflictos sociales y políticos. Habían sido parte de ella la minera de Japón Bishi Metals, perteneciente a Mitsubishi, que se retiró en 1997 debido a la cerrada oposición de los pobladores. La sucedió la minera canadiense Ascendant Copper Corporation, que se fue con la cola entre las patas tras enormes conflictos con la comunidad. Tras ellas, de la mano aparecieron en escena Codelco y Enami, con la ambición de desarrollar este proyecto minero a cielo abierto, el primero de tal característica en la historia de Ecuador. Las protestas y la resistencia de los habitantes de la zona afectada, con el apoyo y acompañamiento de agentes ecológicos y sociales de Ecuador y el extranjero, siguieron adelante en su oposición. Pronto encontraron la represión cómplice e interesada del gobierno de Ecuador encabezado por Rafael Correa. La zona fue militarizada un tiempo, e importantes dirigentes defensores de la naturaleza y su forma de vida fueron injustamente detenidos y permanecieron presos tras imputarlos bajo lo dispuesto por la llamada ley antiterrorista. Hoy, con la pertinaz voluntad y los grandes medios de que disponen, Codelco y Enami están presionando al gobierno ecuatoriano para que les otorgue por fin su anhelada autorización de explotación del mineral. Decisión que se encuentra pendiente de pronta resolución. En las comunidades de Valle del Intag, como informa la revista Plan V de Ecuador en Internet esta semana, hay personas que están a favor y en contra del proyecto minero de Codelco-Enami. Como es común en el accionar de las grandes empresas mineras en Chile, también destinan en el país de la mitad del mundo una parte en definitiva ínfima de su poder económico para corromper y comprar partidarios a su labor depredadora. En un video que acompaña la información de Plan V, un trabajador de la empresa biestatal, miembro de una comunidad rural local, luce en el todavía verde bosque subtropical andino un uniforme impoluto de color naranja, y con impúdico cinismo defiende su posición argumentando que gana más plata y hasta le pagan las vacaciones. Quienes están en contra del proyecto, y defienden lo que califican con fundamento como un paraíso natural en este mundo devastado, en treinta años de resistencia han implementado numerosas iniciativas para lograr mantenerse activos y auto subsistentes en su tierra, bosques y ríos. Artesanía, turismo, agricultura entre ellas. Nos parece que el presidente de Chile, Gabriel Boric, haría muy bien en tomar cartas en el asunto para detener a Codelco y hacerle renunciar a esta aberrante incursión en el Ecuador. Es un asunto de criterio y dignidad en el actuar del Estado de Chile en un país de nuestra comunidad suramericana.