domingo, 17 de febrero de 2013

TARUD Y MOREIRA, DIVULGADORES DE LA DISCORDIA ENTRE PAÍSES HERMANOS



Por Pedro Armendariz

Cada vez que se produce algún acontecimiento o declaración que tiene que ver con las relacionas entre Chile, Bolivia y Perú, los medios de difusión masiva chilenos,  particularmente los canales de televisión, piden su opinión y realizan entrevistas a Iván Moreira y Jorge Tarud, diputados miembros de la Comisión de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana de la Cámara de Diputados de Chile.

Tarud, integrante del confuso Partido por la Democracia, es presidente de tal comisión, y Moreira, de la extrema derecha Unión Demócrata Independiente, vicepresidente. Ambos son los tipos menos indicados para ejercer los cargos que detentan, y sin embargo desarrollan su labor con absoluto desparpajo ante el silencio aquiescente de sus colegas y la complicidad o dejación de los medios. .

Me pregunto si como suramericanos, por un asunto de principios históricos que si no compartimos cometemos suicido, hasta cuándo los chilenos seguiremos siendo representados en el Estado ante nuestros países hermanos por individuos que no sienten el menor afecto hacia ellos. Es un absurdo en los términos, un hecho político grave. 

Si al menos estos dos políticos de mala ley mantuvieran una actitud menos soberbia a la hora de soltar su verborrea desagradable, ingrata, ofensiva. Los acabo de escuchar en Internet hoy sábado 16 de febrero a los dos en CNN Chile, en entrevistas separadas de más de diez minutos cada una.

A Tarud lo entrevistan en relación con  los tres soldados bolivianos detenidos en el norte de Chile por pasar la frontera. Afirma que el gobierno no puede devolverlos a su país, porque dejarlos ir sería atropellar las atribuciones y funciones de los tribunales de la república, que ahora es una república democrática, nos recuerda gentilmente el diputado. ¡La misma semana en que el gobierno de Piñera desde la Moneda conminó y logró que los tribunales metieran en la cárcel a un muchacho al que en primera instancia se había otorgado la libertad condicional, acusado por el ministro del Interior de ser un terrorista jefe de terroristas! Y ahora nos cuentan que el gobierno no tiene prerrogativas para dejar marchar de una vez a los soldados bolivianos. No es creíble. Es evidente que el gobierno aprovecha la situación, mostrando “mano firme”, como dice Moreira en la entrevista felicitando a Piñera por ello, ya que tal actitud reporta apoyo popular. Muy triste. ¿No afirman que hay una política internacional de estado, en la cual todas las instituciones actúan de consuno?

Moreira, por su parte, es un facha a secas, descarado, prepotente, nosotros respetamos los tratados dice, pero la soberanía es sagrada, y como chilenos todos la vamos a defender si llega el caso, los bolivianos están en una escalada ofensiva, quieren crear un caso de conmoción internacional (en esta advertencia coincide con Tarud), quieren dar la impresión de que Chile es un país armamentista cuando Venezuela y Brasil son mucho más fuertes militarmente, dice Moreira y se queda tan tranquilo panza al sol junto al mar en el sur pegado a un celular, que es lo que vemos en la pantalla de CNN mientras lo escuchamos incordiar.

Moreira, y Tarud hacen causa política electoral de la rosca histórica con nuestros hermanos, claman a los cuatro vientos del éter que todos los chilenos, salvo unos grupos muy pequeños minoritarios que sueñan con regalar nuestra  soberanía, están como tabla ante “la ofensiva boliviana”. Y lo doloroso es que no les falta razón.

El problema es que estos funcionarios del estado, y no sólo ellos, también el presidente Piñera y en general la llamada clase política (¿cómo se concilia democracia y existencia de una clase política?), salvo excepciones contadas con los dedos de las dos manos, aquel tropel va tras los votos en un país en el cual la mayoría de sus habitantes tiene ideas muy estrechas y fijas en esta materia, sabemos cuáles son, y ellos que ocupan las instituciones han olvidado que gobernar es educar, y si no lo es debiera serlo. Servir y educar.

He escrito varios artículos acerca de la necesidad y los claros beneficios de todo orden que una auténtica y profunda unión e integración con Bolivia y Perú significaría para Chile y nuestros países hermanos. (Si alguien tiene la paciencia para leerlos están en crucesinbarreras.blogspot.com) En ninguno de ellos resalté como tema central los beneficios económicos que tendría Chile con tal integración. Utilizar como principal argumento el beneficio económico me parece propio de un país de meros mercaderes que van tras el lucro. Nada sólido se construye así, miremos hoy como cruje gravemente la Unión Europea.

Dicho lo anterior, es evidente que el tema económico es central en la integración entre nuestros tres países. En este sentido es poco sería y oportunista la descalificación del presidente Piñera ante la frase del presidente Morales relacionando la vuelta al mar de Bolivia y el beneficio del servicio del gas natural boliviano para los chilenos. Piñera reacciona diciendo que Morales se equivoca, pues la soberanía no se transa por bienes materiales. Si esto no es oportunismo hipócrita, qué será.

Piñera, Moreira, Tarud y tantos otros hombres y mujeres del poder son los actores de hoy en esta mala obra de teatro de la realidad triste y lamentable, fundamentalmente trágica, la división entre nuestros países. El primer paso para ponerle fin es desear todo lo contrario de lo que está pasando en su trama.