viernes, 15 de octubre de 2010

LA IMPOSTURA BÁSICA DE PIÑERA


Por Pedro Armendariz

No pocos hemos quedado indignados con Piñera y su camarilla a raíz del espectáculo grotesco que han montado para la televisión con el rescate de los 33 mineros.
Hay una impostura básica en el Piñera político, que algunos, no pocos, la advertimos a primera vista cuando empezó su espectáculo a principios de los noventa con la llegada de la democracia existente, fundamentalmente oligárquica y plutocrática, que le venía y le viene como anillo al dedo.
Viendo su forma de ser-actuar en los negocios y la política, desaforada, ultra competitiva y atrozmente individualista, me recuerda Piñera a un monstruito que aparece en la historia que cuenta la película de dibujos animados de los Beatles, El Submarino Amarillo, un personajillo pequeño, tensionado, enloquecido en el fondo, que dedica su tiempo a succionar todo lo que encuentra a su paso febril. No hay nada ni nadie que se salve de ser aspirado por su bocaza si se cruza en su camino. El problema es que es tal el delirio del personaje, que en un descuido termina aspirándose a sí mismo al no advertir que lo que se movía a su espalda era su propia cola. Ayer, a la espera del ascenso del rescatista Manuel González, Piñera se asomó al vacío del pozo para ver en su interior, de inmediato se escuchó la voz alarmada de su esposa: “Sebastián, ten cuidado…”, provocando una gran carcajada de los presentes. La intención de Cecilia Morel no era hacer reír, ella sabe o intuye el motivo de su alarma.
Los asesores y realizadores de la política comunicacional de Piñera, construyen con la televisión una imagen del personaje acorde con su personalidad avasalladora. La televisión oficial del rescate fue una aplanadora que se pasó sobre la pasiva audiencia nacional y mundial.
La presencia machacona hasta el hartazgo del personaje, debe haber dejado chatos a un número seguro mayor de personas de las que se imaginan los autores de la impostura en La Moneda y TVN.
Ansioso por no perderse una, cuando el minero Luis Urzúa le expresó que su reflexión principal al salir de la mina era la necesidad de hacer todo lo posible para que algo semejante nunca más vuelva a ocurrir en el país, Piñera le respondió que en los próximos días dará a conocer un plan conducente a remediar los peligros y daños que sufren en los rubros principales de la actividad económica los trabajadores chilenos.
Todos hemos tomado nota, nuestro presidente omnipotente, con la ayuda del buen dios que dice tener a su lado, ha dicho, y no podemos dudar de su palabra, que al menos se tomarán medidas para no jugarse la vida por carencia básicas de seguridad en la pega, no solo minera, también en la construcción, la industria, la pesca, la agricultura y el transporte.
Los cientos de miles de trabajadores implícitamente aludidos tienen la calle esperándolos para manifestar que ellos están en condición carencial, empezando por los propios mineros subcontratados en la gran minería.

No hay comentarios:

Publicar un comentario