miércoles, 18 de marzo de 2009

BUENA VECINDAD E INTEGRACION


Por Pedro Armendariz

En las relaciones internacionales de Chile, el principal problema y desafío es la buena vecindad e integración con Bolivia y Perú. No son pocos los chilenos que se sorprenderían con esta afirmación, tras años de escuchar que una buena política exterior tiene como objetivo lograr que los japoneses coman manzanas chilenas de postre.

Y en Chile se hace muy poco por alcanzar esa buena vecindad y avanzar en una integración sólida, y por qué no decirlo, definitiva con Bolivia y Perú. La llamada sociedad civil hace muy poco. Reina, o se impone, la desconfianza. Chile actúa a la defensiva con ambos países. El más reciente ejemplo de ello es lo ocurrido con los límites marinos con Perú, que evidencia que el país no tiene una política con propuestas que creen realidades que eviten los conflictos, encontrando así a los problemas soluciones profundas y fructíferas.

Lo primero que debieran comprender los chilenos duros de mollera, es que en el norte no hay posibilidades de paz y desarrollo social reales y perdurables sin una auténtica integración regional. Esto requiere en nuestro país, en Perú y en Bolivia, una revolución cultural, un cambio de mentalidad y de sentimientos.

Vivimos en una realidad de continuos conflictos entre países vecinos que lo tienen todo al alcance de la mano para vivir en paz, armonía y hermandad. Y la realidad de conflictos permanentes la soportamos aparentemente cual si fuera normal. Esto en medio de un doble discurso, esquizofrénico, donde políticos, dirigentes sociales y medios de información reconocen la necesidad de la integración como pasaporte al futuro, y a la vez mantienen en pie, con palabras y actos, un nacionalismo chilenizante propio del siglo XIX.




En Iquique cada domingo en la Plaza Prat, la principal de la ciudad, se realiza un desfile militar. Los distintos regimientos se van turnando, al igual que los colegios. Militares y niños marchan al son de monótonos ritmos marciales bajo el sol implacable del desierto, cada domingo. El público lo componen los familiares de los marchantes y poco más. Sobrecoge ver a los padres de las criaturas orgullosos con sus cámaras de video grabando sin pausa.

El año 2000, el intendente de Tarapacá de la época, Jorge Tapia Valdés, mostró su disgusto con la existencia de un elevado número de bandas de pitos y percusión en los colegios y liceos de la región, bandas que interpretan marchas militares. Ardió Troya. Poco menos se trató al bueno de don Jorge de antipatriota, y cualquier iniciativa de darle un giro a las bandas fue rápidamente olvidada.

Mientras tanto más del treinta por ciento de lo que vende la Zona Franca de Iquique, pilar fundamental de la economía local, se vende a Bolivia. Hace dos meses atrás el gobierno de Bolivia decidió negar el ingreso a su país de autos de más de cinco años destinados a la venta. Treinta mil autos permanecen en Iquique esperando compradores.

No sólo las necesidades económicas del norte grande hacen necesaria la integración vecinal. La paz es un valor fundamental en sí mismo. El desarrollo humano necesita paz. La guerra es destrucción corruptora, y prepararse para ella también, o el vivir en un estado de conflicto latente, no necesariamente bélico, también.

Que el estado de conflicto en el norte entre países vecinos es en definitiva un asunto de contaminación ideológica sentimental, de intereses ajenos a los pueblos, lo demuestra la realidad cultural popular existente, mestiza, con elementos peruanos, chilenos y bolivianos. Las comidas, la música y los bailes tradicionales lo expresan con claridad. La presencia del pueblo Aymara también.

Desalienta en los días que corren, con una agenda de trabajo sustancial entre los gobiernos de Bolivia y Chile para avanzar en la paz y la integración, la actitud vacilante, indiferente, de los medios de comunicación y de la mayoría de los dirigentes políticos y sociales chilenos ante ella, desechando la posibilidad de terminar con un conflicto histórico muy dañino que amenaza con eternizarse.

4 comentarios:

  1. A ver Pedro....concordando completamente contigo...te voy a contar algo que me toco vivir en Bruselas.....y que apunta a eso que tu llamas..."revolucion cultural" para cambiar las mentalidades...en situaciones de conflictos....y asi generar "buena vecindad e integracion".

    El marco era un seminario organizado en la Universidad Libre de Bruselas sobre las relaciones judio-palestinas...seminario organizado por un conjunto de organizaciones civiles judias...y....palestinas.....buen seminario....discursos academicamente sesudos sobre como llegar a la "paz"....enfin.....lo que habitualmente se conoce de esos seminarios...hasta que.....toma la palabra Albert Jacquard ("L'heritage de la liberte: de l'animalite a l'humanite"...."Voici le temps du monde fini")....biologo frances del estilo Maturana y plantea...."amigos...si se quiere llegar a la paz...vayamos al fondo porque la solucion es simple, terriblemente simple : tomese una generacion de niños palestinos...y que sean educados por profesores judios...tomese una generacion de niños judios...y que sean educados por profesores palestinos....¡¡¡amigos....les asegura que la proxima generacion....vivira en pa!!!.....una verdadera paz, centrada en las emocionalidades de los protagonistas...o sea....paz duradera y definitiva"....¿interesnte no?.
    Cariños amigo
    Guido Lagos

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  2. Desgraciadamente en este tema lo único que encuentran los bolivianos en Chile es un mar de prejuicios.

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  3. Guido, me parece interesante la observación, aun cuando a primera vista es difícilmente practicable. Sí creo que profesores palestinos en universidades judías o eventos deportivos comunes o ... etc, ayudarían. Ahora, esos vecinos tienen un laaaargo camino por recorrer para siquiera pensar en eso.


    Pedro, volviendo a nuestro Chilito, comparto que es un tema muy relevante. Creo que en la historia hay muchos vecinos que se llevan mal. Es más, creo que es más la regla que la excepción. Si puedes me gustaría que elaboraras más en ejemplos de vecinos que con diferencias económicas salen adelante, o mejor aún, en cómo lo podemos hacer nosotros.

    Saludos, FB

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  4. F. Balart....¿Fernando por casualidad?...si es asi, en algun lugar nos conocemos...la verdad es que no recuerdo donde.
    Tu pregunta de fondo es ¿como podemos hacerlo "nosotros"?...y ahi pienso que hay un error muy comun. TODO "nosotros" COMIENZA POR MI, por ti, por Pedro y la "señora juanita". Entonces...¿como lo hacemos?...creo que es simple....tengo la sensacion que tu, ya lo estas haciendo, Pedro tambien...y creeme...yo....tambien. Asi como "nosotros" lo hacemos -en ACTITUDES COTIDIANASA- (y eso de ACTITUD es lo fundamental, debe jaber miles de otros que tambien lo hacen. Que podemos hacer mas, no me cabe duda, pero tampoco me cabe duda que, a partir de la "actitud" tuya y mia....y de tantos otros, cada vez hay y habra mas que lo "hacen". Los cambios de las "emocionalidades" se provocan asi.....y bueno....llega un momento de quiebre("el sindrome del centesimo mono" le llaman)en que el proceso de cambio se acelera un punto tal...que ya no hay vuelta....a partir de ahi....bueno...la historia comienza a ser otra.
    Cariños.
    Guido

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